ESTUDIO NUTRICIONAL Y BIOQUÍMICO DE LA LECHE.
En un solo sorbo de leche hay cientos de diferentes sustancias, cada una de las cuales ejercen un poderoso efecto biológico. Este " caldo " de proteínas, hormonas, grasas, colesterol, virus, bacterias y pesticidas, pueden afectar a sus consumidores de múltiples maneras.
Introducción.
La leche es un alimento completo, capaz de nutrir, hacer crecer y conseguir el desarrollo normal de un neonato en sus primeros meses de vida. Los análisis de laboratorio nos muestran que es rica en proteínas, carbohidratos, grasas, minerales y vitaminas de una forma totalmente asimilable por el lactante. Por este motivo nos han hecho creer, que si no tomamos lácteos se nos debilitarán los dientes, descalcificarán los huesos y nuestros hijos no tendrán un índice normal de crecimiento. Y es lógico pensar de ese modo, teniendo en cuenta que socioculturalmente la leche ha sido y es un alimento introducido, comúnmente, como nutriente habitual e indispensable en las dietas de millones de seres humanos.
Sin embargo, el sentido común nos conduce a pensar que la leche es necesaria para el lactante y si observamos el comportamiento de los animales adultos en la naturaleza, vemos que no maman y menos de una hembra de otra especie. De hecho en cuanto se ordeña, empieza a contaminarse y a estropearse de forma rápida, siendo capaz de doblar la población microbiana en 35 horas, a pesar de estar conservada en el refrigerador. El hombre lo ha solucionado esterilizándola con calor en el proceso de la pasteurización, pero de este modo no tiene los mismos beneficios y no resulta ser igual de asimilable la leche de bovino que la que se mama de la madre.
Numerosos estudios científicos señalan la leche como uno de los factores implicados en enfermedades que afectan al sistema inmunitario y que sin duda son de difícil resolución desde el punto de vista de la Medicina.
Análisis bioquímico de la leche de vaca.
En un solo sorbo de leche hay cientos de diferentes sustancias, cada una de las cuales ejercen un poderoso efecto biológico. Este " caldo " de proteínas, hormonas, grasas, colesterol, virus, bacterias y pesticidas, pueden afectar a sus consumidores de múltiples maneras.
Tabla de
composición de nutrientes en un litro de leche.
PROTEÍNAS 34g |
Carbohidratos 49g |
Lípidos 35g
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Sales minerales 9g |
Vitaminas |
82%
Caseínas |
Lactosa |
Grasas
saturadas |
1,25
g Calcio |
0’3
mg Tiamina |
18% Lacto
albúmina |
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Colesterol |
1
g Fósforo |
1’7mg
Riboflavina |
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1,5
g Potasio |
1mg
Niacina |
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0’5
g Sodio |
10mg
Ácido ascórbico |
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150
UI vitamina
A |
Comparativa entre la leche humana y la leche de vaca diluida.
Es de sabiduría popular el hecho de que para alimentar a un lactante con leche de vaca es necesario diluirla, pero aún así no se consiguen líquidos idénticos.
La cantidad de proteínas de la leche humana, es 4 veces menor que la de la leche de vaca y su diferente composición queda de manifiesto cuando se "cortan". En la humana el 80% queda en el suero y el 20% en la cuajada, mientras que en la de vaca es a la inversa, el 80% queda en la cuajada y el 20% queda en el suero.
La parte proteica que cuaja está compuesta en su mayoría de caseínas y la que queda solubilizada en el suero de L - albúmina.
La excesiva cantidad de caseína de la leche de vaca neutraliza la acidez gástrica favoreciendo las infecciones intestinales. Además la caseína se coagula en gruesos grumos que no pueden ser bien digeridos por el lactante. Las proteínas de la leche de vaca "formulada" por la industria para bebés, son estables en el estómago durante setenta minutos, mientras que las de la leche materna lo son sólo quince. Las proteínas extrañas entran en el intestino delgado intactas, produciendo una sensibilización prematura que puede ser una causa importante en el desarrollo del asma y eccema infantiles.
También la composición de aminoácidos de las proteínas lácteas puede acarrear algún desequilibrio, tal como ocurre con la cistina, que aunque se encuentra en la misma cantidad en la de vaca y en la materna al diluirla puede ocasionar un déficit de este aminoácido en el período neonatal.
Con la dilución de la leche tampoco en posible solucionar la proporción relativa de dos minerales importantes como son el calcio (Ca) y el fósforo (P). La leche de vaca contiene 6 veces más fósforo (P) y 4 veces más calcio (ca) que la humana, por lo que una dilución al 50% no puede corregir la proporción calcio fósforo. Esto acarrea un estímulo permanente de las glándulas paratiroideas y en consecuencia una excreción urinaria del exceso de fósforo (lo que podría ser responsable de las tetanias neonatales que ocurren en la primera semana de vida).
El hecho de que la leche humana sea más pobre en calcio (un 33% frente a un 118% en la de vaca), cumple una misión muy concreta: favorecer la absorción intestinal de los lípidos que de otra manera formarían jabones insolubles difíciles de absorber.
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