La Ozonoterapia como tratamiento curativo (III parte): Aplicaciones médicas. (continuación)
Los ozonizadores que se utilizan en este
campo son muy diferentes a los ozonizadores de uso médico,
partiendo de la base que estos últimos emplean moléculas de
oxígeno (O2) nativo puro y seco a altas concentraciones y, en
cambio, los ozonizadores estéticos trabajan con una síntesis
de oxígeno a baja concentración (10mg de ozono/l de oxígeno)
produciendo vapor ozono ver imagen 2 . El vapor ozono pasa por un
mechero de cuarzo que emite rayos U.V C, que al diluirse en
agua (H2O) sale al exterior a una temperatura de 37ºC
aproximadamente, para ser aplicado directamente en forma de
vaporización tópica sobre la capa córnea de la epidermis, en
un tiempo no superior a 15 minutos por sesión. Las propiedades
bactericidas del vapor ozono sobre la epidermis, crean un
terreno de asepsia cutánea adecuada para hacer desaparecer los
gérmenes causantes de las alteraciones de la piel. Sin
embargo, en estos tratamientos dónde se inhala ozono por las
vías respiratorias altas, se debe tomar la precaución de no
excederse en el tiempo de exposición para no crear una
reacción tóxica sobre el paciente ver imagen 3 .
Contraindicaciones:
Embarazadas, hipertiroidismo, espondilolistesis, ineficaz en hernia calcificada, en riesgos de inhalación del gas a elevadas concentraciones por sus efectos tóxicos (el ozono a elevadas concentraciones y en una exposición superior a los 90 minutos puede inducir un daño en el ADN de los leucocitos de la sangre periférica).
Con este artículo finaliza la trilogía dedicada a la Ozonoterapia como tratamiento curativo, esperando haber contribuido en la divulgación de esta terapia relativamente desconocida en España.
Los lectores que estén interesados en conocer los dos artículos anteriores, pueden acceder a ellos a través de la hemeroteca.
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