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Campos de la Naturopatía y función del naturopata (profesionalidad y rigurosidad al orden del día). (continuación)
Todas estas materias deben ser objeto de un profundo análisis puesto que representan la base científica para poder establecer el origen de lo que está ocurriendo en una persona y determinar cuál ha sido la causa de su enfermedad (etiología) y saber cuál será el tratamiento más adecuado. Los tratamientos se ajustan a cada caso particular. El naturópata cuenta para ello con toda una serie de técnicas, que también son asignaturas dentro de la enseñanza de estudios de Naturopatía.
Encontramos la Fitoterapia (fito: planta) definida como la ciencia terapéutica que usa las plantas medicinales, y los productos derivados de éstas, en el tratamiento de las enfermedades. Esta disciplina es quizá de las más populares e históricas, puesto que el hombre siempre ha utilizado las plantas como método curativo. ver imagen 6
¿Quién no ha tomado alguna vez una infusión?
Muchas personas las toman habitualmente sin pararse a pensar que aquella "bebida" tiene unos efectos medicinales en el cuerpo debido a
determinadas sustancias que la componen. Estas sustancias, llamadas principios activos o drogas, son las que otorgan los efectos terapéuticos a la planta. Si antiguamente se escogía una planta u otra era en función de los resultados que se observaban objetivamente y que se podían constatar cuando se repetían una y otra vez (método empírico). Gracias a esta tradición se conocen las propiedades de la mayoría de las plantas, aunque actualmente, debido a la labor de investigación en laboratorios, se sabe cuáles son los principios activos que determinan el efecto de la planta en el tratamiento; se determina su localización en la planta y se aíslan para identificarlos. Esto ha dado lugar a las diversas formas de presentación actuales. El método de investigación científica en el campo de la Fitoterapia ha avanzado muchísimo y esto es trasladable a la mayoría de terapias actuales. Un naturópata hoy no sólo sabe qué efectos tiene una determinada sustancia sino por qué los tiene y cómo actúa en el organismo en caso de enfermedad.
Otra herramienta con la que se trabaja es la Geoterapia (geo: tierra; tratamiento con barros o arcillas), y aunque es aplicada en el campo de la Estética y la Cosmética, tiene efectos curativos ver imagen 7 . La arcilla lleva siglos usándose por sus efectos beneficiosos en la salud. Hoy en día su composición es objeto de estudio para descubrir el porqué de sus probados efectos terapéuticos. La arcilla es una roca sedimentaria formada a partir de la erosión de otras rocas, normalmente granito, y cuyo componente principal es el silicato de aluminio hidratado (que curiosamente es un componente celular más). El resto de sus componentes son otros minerales y oligoelementos (hierro, magnesio, azufre, silicio...) e impurezas, variables según el tipo de arcilla. El conjunto es lo que otorga las cualidades a las distintas arcillas. Las arcillas se aplican externamente por sus beneficios en forma de emplastos en afecciones cutáneas -como eczema, psoriasis, acné o como talco para bebés; como antiinflamatorio, en casos de artritis; y como antiálgico, en casos de artrosis. También absorbe radiaciones electromagnéticas. En ocasiones puede recomendarse la administración vía oral (en grageas o disuelta en agua) por su poder remineralizante y absorbente de toxinas. La Geoterapia permite su combinación con otras técnicas como la Fitoterapia (añadiendo fitoterápicos a la arcilla...), la Aromaterapia (uso de aceites esenciales) o, incluso, con Flores de Bach, obteniendo así mejores resultados. Tiene especial sinergia combinada con la Hidroterapia (hidro: agua), donde las propiedades terapéuticas del agua, debido a sus características fisicoquímicas y energéticas, se aprovechan en forma de baños, duchas, chorros o fricciones, además de su ingestión. Hoy en día diferenciamos las aguas por su diferente composición química y los tratamientos hidroterápicos se hacen a partir de aguas termales o aguas de manantial ver imagen 8 . Las aguas termales son aguas mineromedicinales calientes cuyas propiedades son únicas y específicas de cada zona. Este agua se usa en balnearios y esta técnica se llama específicamente Crenoterapia. El agua termal contiene cationes (sodio, potasio, calcio, magnesio, hierro, litio) y aniones (floruros, cloruros, bicarbonatos, sulfatos, silicatos...) que determinarán el tipo de agua. Vía percutánea traspasarán hacia el torrente sanguíneo permitiendo la liberación de sustancias activas en órganos y sistemas cuyos efectos serán beneficiosos para la salud.
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