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La alimentación macrobiótica (continuación)
Composición de la dieta macrobiótica standard.
La dieta macrobiótica standard se compone de:
- Un 50-60% de granos completos como arroz integral, trigo, mijo, cebada, avena, centeno, maíz, trigo sarraceno, pan integral de trigo, centeno o maíz, al ser posible sin levadura o con muy poca.
- Del 20-30% de la dieta se caracteriza por la ingesta de verduras y vegetales, tomándose generalmente cocidas, también se pueden emplear otras técnicas culinarias tales como el rehogado, cocción al vapor, salteado... Se usará siempre poco aceite para condimentar. En general los vegetales más recomendados son las zanahorias, rabos, rábanos y rabanitos. Las algas también son muy utilizadas y se consideran muy importante por su gran contenido en minerales.
- Las legumbres constituirán el 15% de la comida diaria.
- En general el pescado podrá tomarse de 2 a 3 veces a la semana, y si se ha de elegir carne es aconsejable que sea carne de pollo, pavo o pato, evitando las carnes rojas tales como cerdo, buey y vaca.
- El consumo de huevos es limitado, pudiéndose comer un máximo de un huevo por semana.
- Para elaborar los postres se utilizará azúcar natural, o edulcorantes tales como la miel de arroz o de granos de cereales; también se podrán tomar frutas cocidas, frutas secas, castañas o pastel de manzana.
- Las bebidas se tomarán tras las comidas y a pequeños sorbos, se aconseja tomar té de tres años, té mu, café de cereales o infusiones de cereales tostados, también se puede beber agua mineral sin gas, evitando su uso entre las comidas.
En general diremos que del 72% de la ingestión calórica diaria proviene de los hidratos de carbono (complejos); del 13% de las grasas y del 12% de las proteínas.
Estas proporciones se refieren a una dieta macrobiótica standard, pero como hemos explicado anteriormente es esencial aplicar la alimentación con adaptabilidad a la zona donde se vive, época del año y estado individual. De manera que en zonas frías y en invierno se fomentará el uso de legumbres, semillas, frutos secos y pescado. Otro ejemplo, podría ser que la persona se encontrase en una situación interna demasiado Yang, manifestando insomnio, irritabilidad, agresividad y tensión corporal... en este caso aunque el clima fuese norteño y frío, no se deberían ingerir demasiados alimentos de naturaleza Yang ya que podrían fomentar una agravación de su situación actual, de tal manera, sería conveniente realizar un análisis de sus circunstancias y encontrar un equilibrio, no solo en su alimentación sino también en su vida, equilibrando el descanso con el trabajo, el sueño con la vigilia etc...
Esto demuestra la suma importancia del conocimiento de la dinámica Yin/Yang para aplicar correctamente la alimentación macrobiótica.
La dieta macrobiótica y su aportación proteica.
En muchos casos se habla del déficit proteico que conlleva la práctica de algunas dietas vegetarianas, vegetalianas o crudívoras. La dieta macrobiótica proporciona proteínas, incluidos los ocho aminoácidos esenciales (lisina, metionina, leucina, isoleucina, treonina, valina, triptofano y fenilalanina). Las fuentes de proteínas son granos completos, judias, vegetales, algas marinas, pescado blanco, nueces y otros alimentos como seitán, tofu, temphe y miso. La importancia de estos alimentos reside en su aporte proteico, sin la necesidad de suministrar grasas saturadas.
El seitán conocido también como "carne vegetal", es un alimento muy apreciado por su alto contenido proteico valorado cerca del 24.3% y su bajo contenido en grasas 2%. Comparando a este alimento con la carne de cerdo, observamos notables diferencias, la proporción de proteínas en la carne de cerdo es algo menor 16%, mientras que la proporción de lípidos totales se eleva a 29.5%, perteneciendo el 11'45% a ácidos grasos saturados.
El tofu o queso de soja, también es muy apreciado por sus características nutricionales, cuya utilización neta de proteínas es mayor si se consume junto con cereales.
Comparando el tofu con la leche de vaca, se aprecian pocas diferencias en cuanto a la proporción de agua (85% el tofu y 87'5% la leche de vaca), pero este contiene más del doble de proteínas (8% el tofu y 3'5% la leche de vaca), y no solo se halla libre de colesterol, sino que gracias a su riqueza en ácido linoleico permite eliminar los depósitos de colesterol que puede haber en el organismo.
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