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Las plantas medicinales de la región florística mediterránea: el Garraf.
El clima mediterráneo caracteriza un tipo de vegetación y, en concreto, una flora medicinal común para las diferentes regiones que confluyen en las tierras bañadas por el mar Mediterráneo.
naturmedicapro.com, aunque tiene una audiencia que se extiende por todo el mundo, hay que resaltar que los estudiosos que la escriben residen dentro del área mediterránea, por lo que nuestros tratamientos fitoterápicos están, mayoritariamente centrados en el uso de la flora medicinal mediterránea. En este artículo especial de Naturopatía, se expondrán las características de la vegetación del Mediterráneo y concretamente nos centraremos en dos zonas con un alto interés botánico, nos referimos a la comarca del Garraf en Cataluña y a la isla de Ibiza en Baleares.
Nuestras plantas medicinales
En la terapia con plantas medicinales o Fitoterapia se propone una pequeña regla para el uso de las mismas; se cree que las plantas que deberíamos utilizar, preferentemente, son aquellas que se encuentran a 100 Km. de radio de nuestro lugar de nacimiento y crecimiento. La explicación atañe a consideraciones de adaptación fisiológica de nuestro organismo y a las sustancias o principios activos que estas contienen.
Mediterráneo, lugar de encuentro
En el Mediterráneo se abocan tres continentes (África, Asia y Europa) y varias influencias climáticas (clima atlántico del oeste, clima moderadamente frío del norte, clima continental del este y subtropical del sur) que se combinan para dar el clima mediterráneo. El elemento mediterráneo caracteriza sus zonas con veranos calurosos y secos, con lluvias frecuentes en primavera y otoño, y con inviernos generalmente templados; con una media anual de temperatura generalmente superior a 15º C. Pero no existe un clima mediterráneo uniforme y, por lo tanto, una flora homogéneamente distribuida.
Hay otras zonas del mundo con estas mismas características climáticas, aunque debidas a confluencias distintas. Por lo que el clima mediterráneo no se encuentra únicamente en la cuenca mediterránea sino que se localiza en lugares tan lejanos como California, Chile y Australia.
La zona francesa es abundante en carrascas; Italia y Yugoslavia ricas en encinas, fresnos y hayas. En los Balcanes y borde oriental mediterráneo encontramos una flora muy influida por las estepas de Asia Central. En el norte africano, las palmas y los arbustos secos dominan la vegetación de un paisaje semidesértico.
Pero aun así, podemos caracterizar una región florística típicamente mediterránea, con unos endemismos de familia y de género que incluye un conjunto de taxones que tienen en ella su núcleo central de distribución.
La región mediterránea
La región florística mediterránea caracteriza una vegetación general y, en concreto, una flora medicinal, con rasgos adaptativos comunes. Además, encontraremos gran variabilidad en la distribución de las especies vegetales en las diferentes subregiones. Esto determinará que cada país utilice unas especies medicinales autóctonas que condicionarán su terapéutica; por ejemplo, para el tratamiento de una misma enfermedad, distintas culturas utilizarán diferentes especies de plantas en función de la zona que habiten.
No podemos olvidar que, dentro de la vegetación, tenemos que incluir los alimentos de origen vegetal más característicos del área mediterránea (aceite de oliva, uva, cítricos...). Estos alimentos y el propio clima, a su vez, van a caracterizar las costumbres sociales y alimentarias de los habitantes de esta cuenca que, en general, conforman la peculiar dieta mediterránea.
La vegetación dentro de la región mediterránea incluye bosques esclerófilos (con árboles perennifolios, de hoja plana, menuda y coriácea), maquias y la comunidad de espinos. Las hojas pequeñas y coriáceas, a menudo enrolladas o aciculares, son adaptaciones para aprovechar y resistir las peculiaridades del clima, especialmente del caluroso y seco verano. El periodo de floración de la mayoría de las especies se encuentra en las épocas húmedas, la primavera o el otoño.
Con cerca de 20.000 especies se considera la zona más rica de Europa en variedad de formas. De todos modos, muchas especies que encontramos en esta región extienden su área de distribución hacia la región eurosiberiana en Europa Central.
La vegetación oriunda natural del Mediterráneo fue el bosque, pero por influencia humana, los cultivos fueron transformando el paisaje. Así, esta vegetación original, se transforma progresivamente en las cordilleras áridas, características actualmente de la región mediterránea, y en pedregales resecos, salpicados por extensas áreas de matorrales y por pequeños arbustos espinosos. De este modo, el hombre transforma el paisaje y puede conseguir que una especie no originaria del Mediterráneo, como el olivo, la higuera, el naranjo o la chumbera, se considere como modelo de planta mediterránea.
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