|
Posibilidades de la nutrición en el género humano (II parte) (continuación)
Los suplementos dietéticos
Otra cuestión a tener en cuenta es el uso de suplementos alimenticios o nutricionales. En muchos casos, la dieta necesitará del aporte de complementos ricos en vitaminas, minerales, aminoácidos, etc. Muchos de estos productos se incluyen, de forma integrada, en la alimentación cotidiana del paciente, dificultando la diferenciación entre suplemento y alimento: levadura de cerveza, germen de trigo, polen, lecitina de soja, algas, etc. ( ver imagen 2 ) En algunos casos, convendrá añadir estos suplementos en formas galénicas como cápsulas, comprimidos, etc., y en dosis superiores a las normales, fusionando la dietética con la Terapia ortomolecular, para poder corregir el estado patológico nutricional.
Conclusión nutritiva
Es importante conocer los sistemas de alimentación humana y comprender que todos los hábitos, vegetarianos u omnívoros, son compatibles con la salud siempre y cuando se apliquen de forma equilibrada y correcta. Así, la dieta vegetariana mal realizada, sin la suficiente cantidad de aminoácidos esenciales, calcio, hierro, vitaminas liposolubles, cianocobalamina (vitamina B12), etc., puede llevar a malnutrición, anemia, enfermedad carencial o raquitismo. Pero la dieta omnívora, si es excesiva en la ingestión de proteínas animales puede llevar a sobrepeso, hiperglucemia, hiperlipidemia, hiperproteinemia, etc.; y si presenta déficit de vegetales frescos, que se traduce en déficit de algunas vitaminas hidrosolubles y de minerales, puede propiciar igualmente la aparición de enfermedad carencial y la malnutrición. Es bien sabido que comer mucho no equivale a comer bien.
Llegamos a la determinación de que la diferencia entre dieta y "sustancia medicinal" no existe en la dietoterapia, pues todo alimento ingerido tiene efectos sobre el organismo, sea nutricional, terapéutico o dietotóxico . Por tanto, la máxima de Hipócrates que decía "que tu alimento sea tu medicina" se cumple también en la doctrina naturopática a través de la dietética. Debemos ser conscientes de que somos buena parte de lo que comemos y de que el intestino es la raíz de la planta hombre (F.X. Mayr).
Ejemplo de dieta de transición
Tal y como se prometió al lector, nuestra revista ha publicado dietas depurativas óptimas para realizarlas tras los suculentos e hipercalóricos menús navideños (ver naturconsejos). Estos promueven la depuración, por su carácter hipotóxico e hipocalórico. Realizados durante un intervalo corto de tiempo, no comprometen la salud ni perjudican en absoluto. Están pensados para una duración máxima de tres días, en personas que no padezcan alteraciones metabólicas importantes (diabetes) o patologías graves.
Tras una dieta depurativa aconsejamos la vuelta a la normalidad de forma progresiva, por una parte para garantizar los beneficios y, por otra, para evitar cambios bruscos en el metabolismo, esto último es importante para aquellas personas susceptibles de alteraciones digestivas. Con esta finalidad, publicamos un ejemplo de dieta de transición, en la que se ha aumentado el aporte calórico, manteniendo la calidad de alimentos hipotóxicos:
Desayuno:
Una pera. Dos rebanadas de pan integral. Queso fresco o Burgos.
Ó
Dos yogures naturales. Una tostada mediana con aceite de oliva virgen.
Comida:
La fruta se tomará 10 minutos antes o fuera de comidas.
LUNES:
Ensalada de lechuga, pepino, cebolla y 1 hoja de espinaca cruda.
Puré de patatas casero.
MARTES:
Ensalada de apio, zanahoria y manzana rallada.
Caldo íntegramente vegetal con tropezones de verdura (servir espolvoreado con levadura de cerveza).
MIÉRCOLES:
Ensalada de lechuga, pimiento, pepino y zanahoria.
Sopa de caldo oxidante con 1 cucharada de levadura de cerveza.
Gírgolas (setas) a la plancha.
JUEVES:
Ensalada de tomate, aguacate y un poco de cebolla, aliñada con limón y
aceite.
Arroz integral. Añadimos verdura al vapor variada: zanahoria, maíz, judías
|
|