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La alergia, una respuesta exhuberante de nuestro sistema inmunitario. Parte I.
El tratamiento natural de las alergias se basa en determinar las circunstancias internas y externas del individuo, descubrir la causa y aliviar los síntomas. Emociones, dieta y tratamiento naturopático de fondo y sintomático serán los objetivos para un óptimo programa de salud antialérgico.
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Dicen que el faraón Menes de Memphis murió de forma súbita tras la picada de una abeja. Este hecho se explica en los muros de su tumba como si fuese un misterio. Hoy pensaríamos que fue a causa de una reacción de hipersensibilidad inmediata.
Cada primavera, volvemos a constatar que la alergia sigue incrementando su incidencia y su prevalencia, sobre todo en países desarrollados. Entre los factores que contribuyen a este hecho destacan la polución química del aire y la contaminación ambiental que sobrecargan el sistema inmunitario. Así, no podemos olvidar que, dentro de esta contaminación se incluyen las emanaciones de los productos químicos cotidianos, aditivos alimentarios, manipulación genética de alimentos que da lugar a sustancias extrañas, etc. En los niños, la aparición cada vez más temprana de alergias se ha relacionado con el destete y la imposición de alimentos sólidos a edades precoces.
Cualquier sustancia, animal, vegetal o química, puede provocar una reacción alérgica en nuestro cuerpo. Nuestro sistema inmunitario se encarga cada día de diferenciar lo suyo de lo extraño; por tanto, ante tanta nueva sustancia que aborda nuestro ambiente desde hace a penas medio siglo, no es de extrañar que cada vez haya más incidencia de esta hipersensibilidad: demasiado trabajo para el organismo.
La respuesta del sistema inmunitario ante el alérgeno, denominada sensibilidad alérgica también tiene alguna relación con el grado de sensibilidad nerviosa individual; y es que alergia, hormonas y sistema nervioso vegetativo son tres elementos íntimamente unidos.
En el lenguaje coloquial, alergia e hipersensibilidad son términos equivalentes. La alergia, a modo de resumen fisiológico, es un tipo de hipersensibilidad en que hay reacciones producidas por IgE, y que da lugar a la liberación de sustancias por los mastocitos y otras células. Se sabe que el sistema inmunitario alterado en alérgicos forma más cantidad de IgE de la cuenta, de ahí esta reacción exagerada.
UNA GRAN HETEROGENEIDAD SINTOMATOLÓGICA PARA UNA MISMA ALTERACIÓN.
El resultado de la respuesta inmune exagerada es la vasodilatación y la inflamación provocadas por los mediadores secretados al medio extracelular. Siempre es la misma alteración, aunque varíe en intensidad o en la zona afectada. Todo y esto, cada individuo, con una predisposición específica, reaccionará de una manera determinada. Algunos alérgicos sufren trastornos respiratorios, otros, alteraciones de piel. Y, por otra parte, la sintomatología depende del alérgeno y de la vía de entrada por la que se produce el contacto.
Las alergias pueden desarrollarse en nuestro cuerpo por varias vías, y las más importantes son la alimentación, la respiración y el contacto a través de la piel. La alimentación, con sustancias capaces de producir alergia, puede provocar síntomas muy variados, como dermatitis o eczemas, asma, dolor de cabeza, hiperactividad, depresión o angustia... Por otra parte, las sustancias alergénicas inhaladas del medio ambiente suelen tener una mayor capacidad de producir síntomas respiratorios, mientras que las sustancias que provocan la alergia al contactar con la piel, evidentemente, producirán más problemas cutáneos.
Los síntomas que produce la alergia en el organismo son principalmente urticaria, picor, rinitis con secreción nasal clara y estornudos, inflamación ocular con enrojecimiento, lagrimeo y escozor, y en el ámbito pulmonar, dificultad de la respiración o asma por aumento de la secreción de mucosidad( ver imagen 1 y constricción de la vía aérea. Estos síntomas pueden desencadenarse solos o combinados, afectando a uno o varios órganos, y suelen ser de intensidad y duración variable. La característica de este tipo de reacción alérgica es que es inmediata, se produce a los pocos instantes o minutos de exposición a la sustancia alergénica.
Las alergias retardadas aparecen cuando las sustancias alergénicas no se unen a los anticuerpos, sino a células circulantes por el torrente sanguíneo (p. ej. rechazo en transfusión de sangre, o en transplantes, autoagresión inmunitaria...).
FACTORES DECISIVOS EN SU DESARROLLO
Hay varios factores que juegan un papel importante en la aparición de sensibilización frente a un antígeno: el entorno, la predisposición hereditaria, los hábitos alimenticios y de vida y la disposición psíquica o emocional.
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