EL MASAJE TERAPEUTICO: TACTO Y TERAPIA
El masaje terapéutico: tacto y terapia
La importancia del tacto a lo largo de nuestra vida. El masaje como terapia: su evolución y significado a lo largo de la historia.
El tacto
Para intentar explicar los beneficios terapéuticos de un masaje, primero deberíamos comprender la importancia que tiene para el ser humano el sentido del tacto.
Los seres humanos necesitamos tocar y ser tocados tanto como podemos necesitar comer, vestirnos, beber o cualquier otro acto básico. De hecho, su importancia es tal que puede influirnos a nivel psicológico o en nuestra conducta futura y, además, nos es necesario a lo largo de todas las etapas de nuestra vida.
Cuando nace un niño, por ejemplo, es lógico pensar que, al principio, los sentidos de la vista y el oído tardarán aún un tiempo en desarrollarse del todo; en cambio el tacto no. Éste es, prácticamente, el primer medio de comunicación con su entorno inmediato. Un bebé percibe en seguida hasta que punto es deseado a través de la calidad del contacto que recibe de su madre( ver imagen 1 ). Este contacto inicial será, entre otras cosas, el que le transmitirá información sobre él mismo, sobre los demás y sobre la vida en general. Es una forma muy efectiva de transmitirles felicidad y bienestar.
El sentido del tacto no sólo es importante para el bebé. Durante nuestra infancia y adolescencia también juega un papel predominante. Crecer en un ambiente frío y distante, con poco o ningún roce, nos puede marcar tanto física como psicológicamente. La cantidad y calidad del contacto que recibimos durante nuestra vida influirá sobre nuestro carácter, en nuestras futuras relaciones con otras personas, en nuestro desarrollo y vigor físico y mental, en nuestra capacidad para soportar el estrés y el dolor e incluso en nuestra forma de combatir la enfermedad.
Por último, nos preguntaremos como puede influir el tacto en las personas mayores. Éstas representan el porcentaje de población más aquejado de enfermedades y dolencias y también suelen ser los más carentes de tacto a nivel emocional. En la sociedad en que vivimos actualmente, cada vez hay más ancianos que viven solos; esto implica que sobreviven desatendidos física y emocionalmente, que soportan solos sus dolencias, su propia degeneración física y su soledad al fin y al cabo. ( ver imagen 2 )
El sentido del tacto, posiblemente, sea el último en desaparecer, por lo que es especialmente eficaz con las personas mayores para combatir muchos de los dolores que padecen, como también para combatir la depresión, los sentimientos de angustia y la soledad.
El masaje: la terapia
Una vez determinada la importancia del tacto sobre el ser humano, no nos será difícil imaginar que, si además del mero roce físico existen una serie de manipulaciones con fines terapéuticos, el efecto positivo se multiplicará extraordinariamente.
Se suele definir el masaje como un conjunto de movimientos manuales rítmicos que se practican sobre la superficie y tejidos blandos del cuerpo utilizando técnicas como el amasamiento, la presión, la fricción, los golpeteos, palmadas, rodamientos, entre otras muchas técnicas.
Aunque existen muchos tipos de masaje, cada uno de ellos con su propia técnica y sus particularidades individuales, en general, todos consiguen una serie de objetivos, como por ejemplo:
Relajar la musculatura y las contracturas
Distender las articulaciones
Aliviar molestias y dolores
Recuperar el equilibrio metabólico
Reactivar la circulación sanguínea y linfática
Estimular la capacidad autocurativa del propio cuerpo
Relajar la mente
Proporcionar salud y bienestar
Además hay que tener en cuenta que es una terapia que no posee apenas contraindicaciones ni efectos secundarios, exceptuando, claro está, los producidos por un masaje mal administrado.
El masaje corporal es el primer y más importante método de comunicación táctil. Es una de las formas de curación más antiguas y extendidas que se conocen y que nos reequilibra tanto a nivel físico como emocional. Aunque al principio se empleara como una terapia contra el dolor, su posterior desarrollo científico nos ha ido mostrando sus numerosos beneficios.
El origen del término "masaje" lo encontramos en diversas fuentes:
Mass: del árabe (tocar con suavidad, frotar suavemente)
Massien: del griego (Amasar, frotar o friccionar)
Masech: del hebreo (Palpar, tantear)
Masser: del francés (Amasar, sobar, dar masaje)
A pesar de que el origen del término es bastante reciente, su práctica, al igual que otros muchos métodos de curación natural, como la curación por medio de las plantas, data de tiempos inmemoriales.
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