PRÓPOLIS: Su etimología proviene del griego ( pro- delante, y polis- ciudad) Es una sustancia con propiedades antibióticas, antivirales y antifúngicas naturales que se encuentra recubriendo íntimamente la entrada y el interior de la colmena. Es decir, que actúa como protección natural contra microbios y virus que provienen del exterior. Es decir, que actúa como una barrera protectora de la propia colmena, siendo así como la abeja asegura la conservación de su especie.

Compuesto por sustancias gomosas y resinosas segregadas por algunas plantas. Las abejas lo recolectan en la corteza y en las yemas de algunos  árboles (abedul, aliso, pecea, pino, abeto, castaño de Indias, roble, sauce, fresno, en Europa). La recolección la realizan las abejas especializadas que cuentan con más de 18 días de edad, ya que sólo disponen de cuatro o cinco semanas para  cumplir con esta tarea. De un solo panal se puede obtener unos 70 Kilogramos de miel al año.

Naturconsejo: Por sus propiedades (antibacterianas, antivirales, antifúngicas, antiinflamatorias, anestésicas, y regenerador celular). El naturópata aconseja la utilización del “própolis” en las siguientes patologías.

-     ORL: anginas, aftas, asma bronquítica, neumonía, difteria, enfisema pulmonar, gripe, laringitis, otalgia, otitis, faringitis, rinitis, catarro, sinusitis, alergia primaveral, tuberculosis.

-     OFTALMOLOGÍA: blefaritis, orzuelos.

-     ESTOMATOLOGÍA: Gingivitis, glositis, estomatitis, paradontosis.

-     ALERGIAS HUMORALES: asma, eczema, migrañas.

-     CIRCULACIÓN SANGUÍNEA: hemorroides, hipertensión.

-     DIGESTIVO: colitis, diarreas, enteritis, gastritis, úlceras gástricas, colecistitis crónica, disquinesia biliar.

-    GENITO-URINARIO: colibacilosis, cistitis purulenta, inflamación del árbol urinario, vaginitis, uretritis, prostatitis, baja espermatogénesis, infecciones urinarias, litiasis urinarias.

-     DERMATOLOGÍA: abscesos, heridas, quemaduras, cicatrices queloides, cortes, insolaciones, escaras, eczemas, sabañones, fístulas, forúnculos, herpes, queratodermia, lesiones anales y perianales, modificación de la pigmentación de la piel, micosis, enfermedades de los pies, verrugas, callos, durezas, ojos de gallo, psoriasis, úlceras.

-     HUESOS Y ARTICULACIONES: gota y reumatismo.

-     SISTEMA ENDOCRINO: afecciones de las tiroides, bocio endémico y nodular.

 Posología: dependiendo de la patología, se empezaría con una dosis de 500mg/día (1 cápsula), hasta llegar a 3g/día (6 cápsulas) al final de la primera semana. Mantener la dosis durante 10 días. En cuanto hayan remitido los síntomas ir disminuyendo progresivamente la dosis a razón de una cápsula diaria.

También podemos encontrar en el mercado preparados que contengan própolis junto con plantas y aceites esenciales, como por ejemplo algunos jarabes para la tos. Son muy efectivos en el resfriado común que cursa con tos.