HISTORIA DEL MASAJE EN OCCIDENTE (continuación)
Renacimiento
A mediados del año 1400 finaliza la Edad Media. Surge una nueva época con anhelo de libertad de pensamiento y renace el arte, la medicina, la ciencia, las costumbres y aparecen un importante número de nuevos inventos y descubrimientos.
El Renacimiento se desarrolló en Europa occidental, concretamente en los países que habían sido ocupados por el Imperio Romano: Italia, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, España e Inglaterra. Esta nueva forma de vida impulsó todo lo relacionado con la belleza corporal, que tan mal vista estaba en la Edad Media. Italia fue la capital del Renacimiento y, en concreto Venecia, fue pionera en dictar las nuevas normas de belleza.
Dado el resurgimiento de las ciencias y cuidados para la salud, el masaje empieza de nuevo a relacionarse como un medio curativo gracias a Ambroise Pare (1517-1590), cirujano y barbero francés que escribió en una de sus publicaciones los efectos positivos del masaje y su efecto curativo y también clasificó los diferentes tipos de maniobras manuales. Debido a sus conocimientos fue requerido por la corte francesa y trabajó como médico durante varios reinados.
Durante la segunda mitad del siglo XV, con la invención de la imprenta, se publicaron numerosos escritos sobre arte, ciencia y salud. El avance de esta técnica y las mejoras en la distribución contribuyeron a aumentar la divulgación e interés por dichos temas, incluido la práctica del masaje.
Siglos XVI - XVII - XVIII
Entre los años 1600 y 1700, en Europa nace un nuevo movimiento denominado Barroco que se caracteriza por su importancia sobre el arte, en todas sus formas, y las letras.
Situados en la Corte Francesa y en referencia a las costumbres de cuidados personales cabe destacar la poca higiene y cuidado personal que disimulaban de una forma puramente estética ver imagen 8 . Hay datos históricos que detallan el poco uso del baño, de hecho éste estaba recomendado por los médicos de una forma muy poco frecuente, y utilizaban paños empapados en lociones o alcohol para limpiarse el cuerpo de una forma muy superficial. Incluso el lavarse la cabeza era muy raro, por ello hubo tanto auje en utilizar pelucas. Por supuesto, toda esta situación empeoraba fuera de la corte. Por tanto se comprende que practicar o recibir una masaje en aquella época era muy poco frecuente o casi excepcional.
Durante el reinado de Luis XV se produce otro nuevo movimiento histórico denominado Rococó y que se caracteriza de nuevo por la influencia sobre el arte y más especialmente en la decoración de interiores y muebles. Por otro lado, la corte empieza a respirar nuevos aires influenciados por Extremo Oriente. La conocida Madame Pompadour
ver imagen 9 pone de moda el baño, verdadera novedad de la época, recomendado éste por su médico que había estudiado Medicina China.
En el año 1750 aproximadamente se inicia en Europa la Revolución Industrial y, posteriormente, hacia el año 1789, finaliza la Revolución Francesa, produciéndose un cambio radical en la sociedad y costumbres de la vida cotidiana. Afortunadamente la higiene personal retoma un nuevo rumbo y esta es cada vez más popular y frecuente.
En el año 1800 aparece el Neoclasicismo, época marcada por el resurgir del arte y estilos griego y romano. Además de algunas de sus costumbres referidas al cuidado personal, se empiezan a utilizar de nuevo aceites, ungüentos, baños y masajes de origen romano, egipcio o griego.
Hacia finales de 1800 se restableció el masaje como práctica científica para el mantenimiento de la salud y tratamiento de algunas enfermedades. Se popularizaron de nuevo las termas y curas en balnearios ver imagen 10 ) arraigándose con el paso de los años.
Siglo XIX
A principios del siglo XIX, el filósofo y maestro de esgrima Per Henrik Ling (1776-1839), nacido en Suecia, es conocido como el padre de la Fisioterapia. En 1813, fundó el Instituto Central Real Sueco de Gimnasia. Creó su propio sistema, el Sistema Ling, que se divulgó al publicarse su obra póstuma llamada "Movimientos suecos, curación por movimiento". Esta nueva técnica fue extendida hacia el resto de Europa y la antigua Rusia. De hecho, en 1851, existieron unos treinta y ocho centros de educación con el Sistema Ling, casi todos en Alemania con un programa de estudio de 3 años y clases diarias de 6 horas.
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