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El tanque de flotación: propiedades y beneficios (II parte). (continuación)
Tales concentraciones de peso focalizadas en pequeñas zonas del cuerpo, y la postura erecta en sí, conllevan a estresar y desestructurar otras zonas débiles del cuerpo, como son las rodillas, las articulaciones de las caderas, la zona lumbar, el cuello y el abdomen.
El corazón ha de trabajar el doble de lo que debería para poder bombear el retorno sanguíneo en contra de la gravedad.
El cuerpo trata de compensarla adoptando posturas rígidas con el consiguiente desarrollo de tensiones musculares crónicas en determinadas zonas del cuerpo.
Con la tensión llega el dolor - lumbalgias, cervicalgias y dolores de cabeza por exceso de tensión - y otros problemas derivados de estas tensiones, como son disneas, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, úlceras y asma.
También hay que tener en cuenta que una gran parte de nuestro cerebro está constantemente ocupada calculando e informando sobre la gravedad, considerando inercia y aceleración, decidiendo cómo, cuando y de qué manera moverse. Se estima que un 90% de toda la actividad que afecta a nuestro sistema nervioso central se relaciona con la gravedad, dejando libre sólo una pequeñísima parte para solventar otros importantes problemas. Es decir, que la mayor parte de los estímulos que llegan hasta el sistema nervioso proceden de la actividad muscular constantemente afectada por la gravedad.
El tanque de flotación ofrece una serie de efectos beneficiosos que contrarrestan todo esto:
Debido al agua saturada de Sales de Epsom, el cuerpo humano puede flotar libremente en la superficie. Pies, piernas, manos, brazos, columna vertebral y cabeza flotan independientemente sin la menor tensión, volviendo a los músculos flexibles y elásticos. Flotar no elimina la gravedad, evidentemente, pero reparte la presión causada por ella sobre un área mucho más extensa.
Al rebajar la tensión muscular, nos capacita para detectar sensaciones más sutiles, es decir, intensifica nuestras percepciones.
Gracias a que nuestro sistema ósteomuscular queda liberado de la gravedad, y que cada músculo se puede relajar más que en cualquier otra circunstancia, podemos percibir contracturas, zonas calientes por tensiones musculares crónicas o desestructuraciones óseas. Estas zonas, al perder el camuflaje adquirido por malas posturas, pueden ser debidamente identificadas, posteriormente corregidas e incluso eliminadas.
Al liberar la presión gravitacional sobre articulaciones, tendones, ligamentos, huesos y músculos, el tanque alivia temporalmente el dolor crónico de enfermedades como bursitis, artritis, tendinitis y dolores traumáticos o estructurales como equimosis, torceduras, huesos rotos y tensiones musculares.
Otro beneficio que obtenemos escapando de la gravedad es que nuestra sangre circula más fluidamente, irrigando mejor partes del cuerpo afectadas por la constricción cardiovascular causada por el tabaquismo, colesterol o tensión, y en ese proceso el corazón trabajará más eficientemente con el mínimo esfuerzo.
Añadida a una afluencia mayor de sangre a todo el cerebro, hay una liberación de las partes de éste normalmente destinadas a calcular los efectos de la gravedad sobre el cuerpo. El tanque realmente nos permite utilizar, en mayor medida, nuestras capacidades cerebrales en asuntos relacionados con la mente y el espíritu.
Una pequeña muestra de estudios realizados sobre este tema:
Los profesionales del centro ONKAR de Pamplona, en diversas investigaciones médicas realizadas, exponen que el tanque es beneficioso para dolores lumbares-ciáticos debido a:
---Un reequilibrio de la columna vertebral, posición central del disco intervertebral, relajación del ligamento amarillo y de los ligamentos interespinosos.
Las articulaciones entre el atlas, el axis y el occipital se encuentran, cuando la relajación es máxima, en prolongación con el resto de la columna vertebral, obteniendo así una disminución de la compresión de las raíces del plexo sacro y braquial y una disminución del dolor.
---En casos de fracturas óseas, tales como fracturas del cuello del fémur o rotura de tibia, se ha observado una calcificación y una consolidación más rápidas que las obtenidas en pacientes que guardan cama.
---En investigaciones realizadas sobre 40 pacientes respecto a la elongación de la columna vertebral, se demostró que, por suspensión, la elongación entre vértebras es de 0'5 mm y en el tanque de 0'8 mm, lo cual indica que la flotación ayuda al paciente en fase post-operatoria a soportar prótesis discales al permitirle una mejor adaptación.
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