El tanque de flotación: propiedades y beneficios (II parte). (continuación)
LAS ONDAS THETA
La actividad cerebral crea patrones de energía eléctrica que pueden ser monitorizadas gracias a electrodos. Esta técnica se conoce como "electroencefalograma". De tal actividad derivan ondas que se han clasificado de la siguiente manera:
Ondas Beta:
Su frecuencia es de 13 a 30 Hz (esto es, un ritmo de 13 a 30 ciclos por segundo). Estas ondas indican que la persona está consciente, despierta, con el cerebro enfocado hacia el mundo exterior, tratando con lo concreto, con los problemas específicos.
Ondas Alpha:
Son de frecuencia más baja, de 8 a 12 Hz. Señalan un cerebro alerta, pero que no está concentrado en nada específico. Se dan cuando las personas tienen los ojos cerrados, en estados de relajación y calma.
Ondas Theta:
La frecuencia es de 4 a 7 Hz. Todos generamos estas ondas al menos dos veces al día: en momentos fluctuantes justo antes de dormirnos o despertarnos.
El estado theta está lleno de impredecibles estados entre consciencia e inconsciencia, acompañados de imágenes muy vívidas pertenecientes a nuestra memoria, especialmente imágenes relativas a nuestra niñez.
También nos aporta material del inconsciente, libres asociaciones, inspiración creativa. Es un estado misterioso, esquivo, altamente productivo e informativo, pero difícil de estudiar, pues el problema estriba en mantener el estado prolongadamente ya que las personas tienden a dormirse tan pronto como generan grandes cantidades de estas ondas.
Ondas Delta:
Su frecuencia es extremadamente baja, de 5 a 4 Hz. Los ritmos Delta se producen cuando la gente está profundamente dormida o inconsciente.
A mediados de los años 70' Elmer y Alyce Green, investigadores de Biorretroalimentación en la Clínica Menninger, se interesaron en los estados theta y comenzaron a investigar. Encontraron que tales ondas se asociaban a estados internos profundos acompañados de una quietud total del cuerpo, pensamientos y emociones, lo cual permitía que ideas extrañas e inauditas llegaran hasta la consciencia en forma de imágenes hipnocognitivas.
Muchas de las personas que participaban en esas investigaciones presentaron, a corto plazo, una gran mejoría en sus relaciones personales, salud mental, sociabilización y creatividad. Resumiendo, las personas mejoraban psíquica y psicológicamente.
La conclusión de las investigaciones fue que los estados theta hacían experimentar a las personas una nueva consciencia del cuerpo muy relacionada con el bienestar físico general.
Psicológicamente aportaban salud y regeneración. Emocionalmente, mejoraban las relaciones sociales aumentando la tolerancia y el entendimiento. Mentalmente, se sintetizaban nuevas ideas, no por deducción, sino aportadas desde fuentes intuitivas inconscientes.
El problema que albergaba este estudio radicaba en la dificultad que suponía mantener estos estados theta sin dormirse.
Los tanques acabaron en gran parte con este problema pues demostraron ser la mejor herramienta para generar estas ondas durante largos periodos de tiempo sin caer en el sueño, como demostró el experto en Bioretroalimentación Thomas Budzynski, director del Instituto de Bioretroalimentación de Denver y profesor en Psiquiatría de la Universidad del Centro Médico de Colorado.
Jay Shurley y John Lilly fueron, probablemente, los primeros en acuñar esta idea. Ellos insistieron en que cuando una persona entraba en un estado theta se quedaba casi inmediatamente dormido, cosa que no pasaba en el tanque, donde se generaban grandes cantidades de estas ondas permaneciendo, sin embargo despiertos. Las imágenes vívidas, las ideas creativas, los pensamientos brillantes mencionados por los Green, junto con todos los efectos beneficiosos para el cuerpo, emociones y mente eran perfectamente alcanzables para el "flotador". Todo ello, además, permanecía con la persona mucho después de haber abandonado el tanque.
EL EQUILIBRIO ENTRE HEMISFERIOS
El cerebro humano está compuesto por dos hemisferios, derecho e izquierdo, conectados por finos haces nerviosos ver imagen 4 Cada hemisferio del córtex cerebral tiene su propia serie de pensamientos conscientes y sus propias memorias, y ambos operan fundamentalmente de diferentes maneras.
|