SHIATSU: El arte del masaje japonés (I parte)
El Shiatsu es un masaje cuyas características lo hacen diferente y único, cuyos efectos terapéuticos reflejan una mejora a nivel anímico, físico y energético.
Así, el Shiatsu, tiene diversas aplicaciones, entre las cuales destaca el tratamiento de trastornos del aparato locomotor, ginecológico, psicológico, digestivo y circulatorio, entre otros
La definición de Shiatsu proviene de la combinación de los vocablos japoneses "Shi", que significa dedo y "Atsu", que significa presión. Algunas personas prefieren llamarlo Digitopresión y otros lo denominan erróneamente Acupresión, término que proviene del latín, cuyo prefijo "Acu" significa aguja.
El término Shiatsu es el más utilizado mundialmente por terapeutas y expertos y será la definición que se empleará en el artículo.
El Shiatsu es una técnica que deriva del antiguo masaje japonés Anma, que se desarrolló para combatir el estrés producido por un ritmo de vida acelerado. Este hecho se produjo a finales del s. XIX, cuando Japón pasó de ser una sociedad feudal a ser una sociedad occidental y consumista. El cambio transformó algunas costumbres y hábitos que los japoneses tenían bien asentados, como la alimentación y el trabajo.
La terapia Shiatsu consiste en realizar principalmente presión digital sobre el paciente ver imagen 1 en un 80% de las aplicaciones, en el 20% restante se realizan estiramientos y manipulaciones articulares.
Si invertimos este porcentaje dejará de ser Shiatsu para convertirse en otra técnica diferente obteniendo otros resultados.
La presión de Shiatsu se considera como tal si es aplicada siguiendo tres directrices:
1-Realizar una presión sostenida.
Para ello, el terapeuta adopta la posición de gateo (si el masaje se realiza a nivel del suelo), que consiste en apoyar las rodillas en el suelo y las manos sobre el paciente, repartiendo adecuadamente el peso de su cuerpo sobre estos cuatro apoyos.
Al realizar esta técnica, el terapeuta, a la vez que espira utilizando la parte baja del abdomen, proyecta la mayor parte de su peso sobre sus manos; de ésta manera utiliza la fuerza de su propio peso para ejercer la máxima presión con el mínimo esfuerzo de los brazos. Así obtendrá una presión profunda y placentera, sin riesgo de dañar al receptor.
2-Ejercer una presión perpendicular.
Si tenemos en cuenta que el cuerpo humano no es plano, el terapeuta deberá de buscar el ángulo de presión adecuado para conseguir dicha perpendicularidad.
3-Utilizar una presión uniforme y continua.
Hay que mantener el mismo grado de presión durante un periodo mínimo de tres segundos.
Estas son las tres reglas de oro que han de ser aplicadas para obtener una finalidad terapéutica, de lo contrario, si ejercemos la técnica en una posición poco estable, provocaremos dolor, y si realizamos una presión rápida y discontinua activaremos en exceso al SNS (sistema nervioso simpático), produciendo síntomas como agitación y tensión muscular.
Actualmente está demostrado clínicamente que un masaje aplicado mayoritariamente por una presión continuada, cuidadosamente estudiada sobre puntos específicos del cuerpo, estimula los diferentes sistemas del organismo, equilibrando el cuerpo físico, energético y emocional.
Así, el Shiatsu puede tratar infinidad de trastornos causados en su mayoría por un desequilibrio endógeno que tiene como consecuencia, a largo plazo, la enfermedad.
El Shiatsu se apoya en la teoría de que el cuerpo humano tiene la capacidad de curarse a sí mismo siguiendo las leyes fisiológicas del cuerpo. La finalidad de la terapia consiste en estimular esta capacidad autocurativa contenida en todo organismo vivo.
Desarrollo de un tratamiento de Shiatsu
Para la práctica del Shiatsu se requiere una estancia tranquila, cálida y ventilada. El paciente deberá llevar ropa cómoda y holgada, evitando todo aquello que le oprima, así como cadenas, relojes, pulseras y objetos diversos que dificulten las manipulaciones.
Tradicionalmente el masaje japonés se practica sobre un "futón" o colchón japonés. También puede practicarse sobre una camilla baja en la que el terapeuta podrá apoyar la rodilla sobre la camilla o subirse en ella si lo precisa, para así ejercer la técnica de presión con mayor comodidad.
Antes de comenzar la sesión, el terapeuta ha de evaluar el estado en el que se encuentra el paciente. Para ello realizará la anamnesis o recopilación de todos los datos que el paciente pueda transmitirle.
En la Medicina Tradicional Japonesa, el diagnóstico se denomina Shin y se divide en 4 partes:
1-Bo-Shin o diagnóstico visual.
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