Las líneas de gravedad y su importancia en la osteopatía (II parte) (continuación)
Si esta línea se anterioriza:
- una elevación del mentón
- aparición de una hiperlordosis cervical que genera un aumento de la presión sobre las
apófisis espinosas cervicales
- un espasmo del músculo diafragma
- un incremento de la presión abdominal
- la pelvis en anteversión
- un aumento de la tensión sacro-ilíaca ya que todo el peso recae sobre esta articulación
- una mayor tensión en los ligamentos inguinales, en las articulaciones lumbosacras y en
D11-D12
- una hiperextensión de rodillas y un aumento de la tensión de los músculos flexores del
pie
- la línea central de gravedad se sitúa anteriormente, por lo que el apoyo plantar recae
más sobre el antepié
Si se posterioriza:
- el mentón desciende
- aumenta la tensión interapofisaria cérvico-dorsal por la rectificación de la lordosis
cervical
- se produce una extensión occipital para mantener la mirada horizontal
- aparece una hipercifosis torácica, con tórax deprimido y hombros decaídos
- ptosis (caída) abdominal con descenso de las vísceras que aumentan la presión sobre -
la musculatura perineal y una perturbación de la circulación de las extremidades
inferiores
- retroversión pélvica
- flexión de rodillas
- modificación del apoyo plantar sobre talones
- la línea central de gravedad se sitúa en el retropié
Línea transversa púbica (LTP)
Es la única línea de gravedad horizontal en el cuerpo. Debe estar perpendicular a la LCG y a la LA. Juega un papel importante en la compresión víscero-abdominal y en la repartición de las presiones ejercidas por el peso corporal. Suele estar alterada en las disfunciones osteopáticas ascendentes del astrágalo. Esta línea es el resultado de la unión de ambos tubérculos púbicos ( ver imagen 5 ).
Aunque la Línea Central de Gravedad es muy importante en osteopatía, las demás líneas también tienen su valor. La posibilidad que, ante una lesión osteopática, puedan detectarse disfunciones en diferentes líneas de gravedad, hace imprescindible el conocimiento de sus trayectorias, facilitando el tratamiento terapéutico. Además, conocer la disposición de estas líneas matemáticas invita a entender el cuerpo como una globalidad, donde existe una total interrelación entre las diferentes estructuras. Este concepto de globalidad permite comprender las bases del trabajo osteopático, el seguimiento y de la localización de una disfunción y sus posibles repercusiones sobre la conducción nerviosa, la circulación de los líquidos (cefalorraquídeo, sanguíneo y linfático), la movilidad mecánica y la movilidad visceral. En definitiva, el seguimiento de las líneas de gravedad es un instrumento básico en el diagnóstico y tratamiento osteopáticos, haciendo más sencillo el "quick scanning" y la localización de la lesión o lesiones primarias.
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