Posibilidades de la nutrición en el género humano

La variedad de alimentos y hábitos dan creatividad a la nutrición y a las posibilidades terapéuticas de la dieta.

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Ya en los inicios de la historia de la humanidad, los primeros hombres debieron comprobar que la incorrecta alimentación era el origen de enfermedades y, por lo tanto, que el ser conscientes de lo que ingerían y corregir su dieta les permitía la recuperación y el mantenimiento de la salud. Del hombre prehistórico al neolítico hubo cambios en la alimentación gracias al descubrimiento de la agricultura y de la ganadería, así como al perfeccionamiento de técnicas de preparación de los alimentos. Tal vez, esto fue debido al intento de encontrar una alimentación que se adecuase más a su naturaleza, a sus necesidades y a su ambiente, en constante cambio desde el punto de vista biológico e histórico. Así, los diversos grupos humanos fueron introduciendo cereales, legumbres y otros alimentos que permitían una mejor asimilación tras un procesado; aportando, de otra forma, variedad a la dieta principal, de carnes y vegetales crudos, más primitiva.

Pero, debido a que cada grupo humano ha sabido adaptarse a su ambiente, adoptando aquello que más beneficio en la captación, deglución y asimilación le proporcionaba y a que nuestro planeta ofrece múltiples ecologías, hay una gran variedad de regímenes alimenticios y dietas. Por tanto, no hay un patrón de alimentación especialmente útil y óptimo, tanto los alimentos como los hábitos y la forma de consumo de éstos varían entre diferentes regiones, incluso entre individuos. De todas formas, y desde un punto de vista general, todo individuo podría seguir cualquiera de los tipos de alimentación y dieta que el abanico cultural ofrece (sin tener en cuenta, por supuesto, los casos de intolerancia alimenticia por alergia u otras patologías).

De todo esto sacamos dos datos muy importantes; primero, que la alimentación está estrechamente relacionada con la salud; y segundo, que tenemos una gran variedad de hábitos o dietas a nuestro alcance.

El factor nutricional es etiología de múltiples patologías como malnutrición, enfermedades sistémicas o degenerativas crónicas. Hacemos una asociación rápida de la importancia de la alimentación terapéutica en arteriopatía coronaria, diabetes, obesidad, gota...; aunque no debemos olvidar el carácter preventivo de ésta en afecciones leves o en la enfermedad funcional. También precisan de dietas especiales alteraciones metabólicas congénitas como la hipercolesterolemia, la galactosemia o la fenilcetonuria.

La terapéutica de la alimentación en Naturopatía

La preocupación por los mecanismos que originan la enfermedad y su etiología llevan a situar la inadecuada alimentación como una de las causas más probables y frecuentes. Ya en los orígenes de la Medicina se intuía que era de vital importancia tener en cuenta la alimentación en la prevención, recuperación y prolongación de la salud.

Así lo podemos entender al leer este fragmento extraído de "De la medicina antigua" de Hipócrates s. V a. C.: "No se hubiera descubierto la Medicina ni se hubiera investigado sobre estas cuestiones (de alimentación), porque nadie hubiese tenido la necesidad, en casos de enfermedad de utilizar el mismo régimen y los mismos alimentos que utilizan los que están sanos en lo que corresponde al comer y beber, si les hubiera sido provechoso y si no hubiese habido cosas mejores que estas. La necesidad hace al hombre buscar y descubrir el arte de sanar, porque no era bueno para los enfermos utilizar los mismos alimentos que los que están sanos .../... Si el alimento era demasiado fuerte, la naturaleza, una vez tomado, no lo podría asimilar y se seguirían los sufrimientos, las enfermedades e, incluso, la muerte; mientras que al contrario, de cualquier alimento que la naturaleza pudiese asimilar se seguiría la nutrición, el crecimiento y la salud".

Como profesionales de la salud, entonces, se debería pensar que es más juicioso prevenir la enfermedad que curar las dolencias y una forma de organizar el cuerpo para mantener la salud es adoptar la alimentación más adecuada, aplicando los cuidados y la atención en las verdaderas necesidades del organismo. A la vez, cuando el organismo enferma, tenga o no su origen en malos hábitos de la alimentación, corregir su dieta permite devolverlo al equilibrio de una forma más rápida y sencilla.

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