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Posibilidades de la nutrición en el género humano (continuación)
Adoptar este tipo de régimen plantea dudas subjetivas, pues en cierto modo, el rechazo a la proteína animal tiene varias causas, entre ellas, motivos éticos y espirituales. Los motivos y ventajas más importantes a la hora de adoptar esta dieta son:
- Se trata de una dieta generalmente baja en grasas y proteínas. Las personas que la siguen rara vez sufren de sobrepeso, estreñimiento, hipertensión, etc.
- Es respetuosa con el medio ambiente, pues apoya la agricultura biológica, entre otras cuestiones ecológicas.
- Aporta gran vitalidad y reduce la excitación nerviosa; debido a la carencia del tratamiento hormonal y de sustancias estimulantes presentes en la carne (hipoxantina y otras).
- No es imprescindible comer productos de origen animal para obtener todos los nutrientes esenciales. La correcta combinación de productos del reino vegetal permite aportarlos satisfactoriamente.
- En cuanto a los motivos éticos, muchas personas encuentran injusto el trato que reciben los animales que serán sacrificados en condiciones denigrantes e insalubres.
- Otros motivos espirituales y económicos serían la razón que lleva a muchos individuos a seguir esta dieta.
La Ayurveda es la Medicina tradicional hindú; es un sistema de salud preventivo y terapéutico. Incluyendo la alimentación dentro de la terapéutica, la dieta ayurveda establece pautas nutricionales para mantener en óptimas condiciones el tracto digestivo. Dando especial importancia al cuándo y qué comer o beber, a las horas, a las estaciones, al lugar y al descanso. Sostiene que el individuo está constituido por tres elementos (doshas): Vata ( ver imagen 1 ), Kapha ( ver imagen 2 ) y Pitta ( ver imagen 3 ), que se mantienen en determinadas proporciones en cada organismo de forma natural. Para mantener la salud deben estar en armonía estos elementos (respetando la predominancia y características individuales). La dieta higiénica y el ayuno forman parte de este método milenario.
La macrobiótica ( ver imagen 4 ) es originaria de Japón y parte de China. Está basada en el concepto taoísta de yin y yang (principios complementarios y opuestos que dan lugar a todo lo existente). Etimológicamente significa "gran vida". Dietéticamente se basa en una alimentación mayoritariamente cereal (hasta el 50% de los alimentos ingeridos son cereales integrales en grano), que incluye derivados de la soja (tamari y miso), mantiene una proporción menor de hortalizas (un 20% del total) incluyendo las algas, y un 15% de legumbres. Se ingiere poca cantidad de fruta cruda, mejor cocida, y de frutos secos. Tolera, en algunos casos, la ingestión de pequeñas cantidades de pescado y huevos.
La dieta mediterránea ( ver imagen 5 ) tiene su origen en los países de la cuenca mediterránea y pone de manifiesto la riqueza de los cultivos realizados en su ambiente. Así, predominan gran cantidad de verduras y frutas frescas, como las liliáceas (ajo, cebolla, puerros, etc.), los cítricos (limón, naranja, etc.), que permiten incorporar a la dieta un extenso surtido de ensaladas, así como el uso frecuente de aceite de oliva virgen. Hacemos honor a la actividad del doctor iberoamericano Nicolás Capo, naturista de principios del siglo XX y uno de los padres de la trofología, que rescató los alimentos más característicos de la dieta mediterránea como cítricos, ajo y cebolla, investigando sus virtudes curativas.
En las variedades del vegetarianismo encontramos el frugivorismo ( ver imagen 6 ) y el crudivorismo. El frugivorismo se trata de una alimentación exclusivamente compuesta por frutas y semillas, ya sea porque se da importancia a la conciencia del vegetal y se escoge la opción de no destruir la planta, ya sea porque se cree que el ser humano, como sus parientes antropoides primates (chimpancé, gorila y orangután), está especialmente adaptado a esta alimentación, o por otros motivos. El crudivorismo incluye una alimentación exclusiva con productos del reino vegetal crudos. Incluyen frutas, semillas, hortalizas y frutos secos. Otros llegan a incluir leche, huevos e, incluso carnes y pescados crudos, pero no es muy común. Existe, además, la variedad del crudivorismo vegetariano parcial que admite que existen alimentos que no pueden comerse crudos y los incorpora en su dieta de una forma mínimamente procesados: patatas, legumbres y cereales.
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